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¿Por qué no votan los que no votan? ¿Y qué harán mañana?

By 03/09/2022diciembre 3rd, 2022GPS Ciudadano

Durante las últimas dos semanas ha entrado en vigencia la veda que impide la publicación de pronósticos electorales. Desde el GPS ciudadano decidimos aprovechar esta pausa para realizar una aproximación cualitativa a un problema que ha rondado todas las elecciones de la última década en nuestro país: el de la participación electoral.

Lo que presentamos a continuación es el resultado de entrevistas a personas que no suelen votar. Lo obtenido puede servir de insumo para futuras indagaciones con un enfoque cuantitativo que permitan dimensionar cuánto pesan cada una de las categorías que pudimos detectar.

Mientras en cada elección suele haber un importante grupo de ciudadanos que no asiste a las urnas, la ansiedad del debate público por contar con predicciones de los resultados electorales suele soslayar su existencia. Sabemos además que por tener un interés menor en las cuestiones políticas estas personas son reacias a contestar encuestas, cosa que a la vez vuelve ineficaces instrumentos de este tipo para conocer las razones que motivan su conducta. Pero en esta ocasión en que el voto es obligatorio, la atención vuelve sobre ellos ¿qué piensan sobre las elecciones? ¿por qué no participan habitualmente en ellas?

En concreto, realizamos una serie de 16 entrevistas a personas que no participaron de las elecciones que se han realizado a partir del 2020 en adelante (por lo que no votaron ni en el plebiscito de entrada ni en las últimas elecciones presidenciales), con el propósito de conocer sus motivos para la abstención y su predisposición frente al plebiscito obligatorio de este domingo 04 de septiembre. La muestra fue segmentada por nivel socioeconómicos (bajos y medios), tramo etario y sexo, según se muestra en la tabla 1. Éstas fueron conducidas por nuestro equipo GPS y sus principales hallazgos son resumidos a continuación.  

El porqué de la abstención 

Analizando las entrevistas aplicadas, se pudo identificar tres grandes tipos de factores que las personas argüían para restarse de la participación electoral. En la mayor parte de los relatos, se encontraban presente de forma simultanea varios de estos factores, lo que sugiere que las personas buscan racionalizar de diferentes maneras su distancia con la participación electoral. Los factores corresponden a: 

  1. Desinterés a secas, correspondiente a los casos en que las personas simplemente no perciben la política como una cuestión relevante para sus vidas y que merezca atención de su parte. Este tipo de argumentación se refuerza con la idea de que, independiente por quién se vota, no se observan cambios concretos en la cotidianidad de las personas, alimentando la percepción de que no se trata de una actividad relevante. 

«porque… sentía lo que… que lo que iba a pasar, en realidad no me interesó informarme más allá, porque sentía que si votaba por uno de los dos iba a pasar igual… no iba a ser bueno (…) No me informada porque en realidad no me interesaba» (Hombre) 

En los años que tengo, se han realizado elecciones en las cuales no se ven cambios grandes… yo digo grandes, digo cambios de mejoramiento de… te pongo el caso de acá de la comuna, de alcalde donde participe, que no se ven cambios sustentables para las personas» (Hombre) 

  1. Dudas o Inseguridad para tomar posición. Esta inseguridad se expresaba a través de distintas aseveraciones respecto de la falta de información confiable hoy en el país, que impide conocer con certeza y objetividad las materias sobre las que se decide, y que llevan a las personas a restarse de un proceso donde no sabrían cómo posicionarse. Este relato fue predominante entre las mujeres entrevistadas.  

«Yo digo para que me voy a pegar el tiempo si al final no tengo una decisión clara (…) al final digo, como mi voto es indeciso, no creo que haya mucha diferencia tampoco (…) sobre todo ahora, es tanta la información diferente sobre un mismo tema que uno no sabe a quién creerle” (Mujer) 

  1. Aversión a la actividad política. La política se percibiría como una actividad corrupta donde los involucrados sólo actúan para beneficiarse a sí mismos, sin que ello conlleve réditos para la ciudadanía. Este tipo de discurso apareció de forma transversal en todos los relatos, operando como un lugar común. 

Este último tipo de discurso co-ocurre en mayor medida con el del desinterés: quienes expresan mayor rechazo a la actividad política son mucho más críticos, lo que también los lleva a declararse distantes y desinteresados, y a restarle valor a la actividad política tal como lo hacen quienes se afirman desinteresados. En cambio, quienes se sentían inseguros para tomar una posición parecían identificar en sí mismos el problema de la abstención, considerándose incapaces para incidir, principalmente por falta de información. 

Relación con la política y los políticos 

Si bien, el discurso de la aversión o rechazo a la política fue transversal, distintos entrevistados establecieron una diferenciación entre la política como “concepto” (entendida como la actividad de resolver los problemas colectivos), por una parte, y la política “concreta” que se observa en la acción desprestigiada de “los políticos”. Entre las personas que realizaron esta diferenciación hubo algunas más pesimistas, que consideraban que el ejercicio del poder – necesario para la convivencia en sociedad – estaba inexorablemente destinado a la corrupción y su empleo para el bien particular, mientras algunos pensaban que esta tergiversación era algo que tenía lugar de forma específica en la sociedad chilena. 

«Yo sé que la política es algo que está con nosotros diariamente, pero más que la política son los políticos, son siempre los mismos (…) sería bonito, ideal, que hubiera un cambio real, que renovaran las cosas» (Mujer) 

«La gente que participa debería siempre tratando de buscar el bien común para la población, bueno yo veo la tele y siempre habla de que se llegan a acuerdo y cosas así… pero no en beneficio de la gente, llegan a acuerdo en beneficios de ellos o de la gente que los patrocina» (Hombre) 

Llamó la atención también que, al consultarles si existía algún referente del mundo social o político por el qué potencialmente votarían en alguna próxima elección, todos quienes nombraron alguna figura, mencionaron a políticos mayoritariamente pertenecientes a partidos tradicionales, y que ya han ejercido puestos políticos antes. En ningún caso se nombró a referentes independientes o personas que no hayan estado ya en el poder, a pesar que los entrevistadores insistieron en considerar los más diversos ámbitos para escoger algún candidato o candidata de confianza. 

Predisposición frente al plebiscito de salida 

Si bien existen opiniones dispares respecto a la obligatoriedad del voto, solo uno de los entrevistados señala que no participará del plebiscito, dando cuenta que predomina el ánimo de participar en este evento electoral. Además, todos estaban al tanto de la obligatoriedad del voto y de la existencia de sanciones en caso de no hacerlo. En la mayor parte de los relatos, la participación en el plebiscito se explica solo debido a la obligatoriedad. Son en algunos casos existía una intención de asistir a votar motivada por la convicción de la relevancia de marcar su posición en la urna. 

«Si, ahora voy, porque se que es obligatorio, voy a ir temprano, porque habrá mucha gente votando” (Mujer) 

«Porqué me informe y no me gusta lo que está pasando en el país» (Hombre) 

En cuanto a la percepción respecto al trabajo de la Convención Constitucional, se observaron tanto percepciones positivas y negativas entre los entrevistados. Muchos entrevistados la percibieron como otra instancia donde primaba la corrupción y el oportunismo de sus participantes, algo que los hacía distanciarse de la política. Sin embargo, también hubo quienes, en no menor medida, consideraron que fue una instancia donde se representaron sentires ciudadanos que antes no tenían lugar en la actividad política. Entre este segundo grupo, se encontraron también las críticas antes aludidas, aunque en menor medida. Con todo, la instancia parece haber logrado captar la atención de las personas que no han participado de elecciones anteriores. 

¿Y después del plebiscito?: Factores que podrían explicar la participación futura 

En cuanto a los factores que podrían incentivarlas a votar en elecciones futuras, se reitera con frecuencia la necesidad de visualizar cambios a partir de la política, de manera que sea una actividad que efectivamente influye en sus vidas. Se repite mucho la noción de que las acciones de los políticos “no se ven” materializadas y de que debieran “hacer más” por el bien común. En ese sentido, las personas abstinentes en general no ven la actividad política impactar en su vida cotidiana, y ese pareciera ser – junto con la corrupción, que se le equipara en los relatos – una de las principales causas de su distanciamiento. 

Por otra parte, los entrevistados también señalan sentirse más motivados para participar, de existir proyectos o propuestas concretas que sean de su interés, entre las cuales se mencionan las áreas de salud, educación, trabajo, seguridad. En ese sentido, parece cobrar mayor relevancia la oferta programática de los candidatos, que los candidatos en sí. 

En suma, los que no suelen participar, esta vez sí lo harían. Lo que parece consistente con lo reportado por varias encuestas recientes sobre un aumento sustantivo de la participación esperada en el plebiscito de salida. Pero cuánto representa cada motivación (desinterés, indefinición, aversión a la política) es una materia que debe seguir siendo estudiada mediante métodos cuantitativos. El desafío está abierto.

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